La modernización administrativa surgida en las últimas décadas del siglo pasado, trajo consigo la necesidad de implementar nuevos modelos de gestión que dieran respuesta a la crisis por la que atravesaba el Estado. Así, la Nueva Gestión Pública, constituyó una respuesta a los problemas crecientes del gobierno: déficit fiscal, ineficiencia de los servicios públicos y la desconfianza ciudadana. La modernización administrativa trajo consigo la necesidad de crear herramientas que permitieran involucrar a la ciudadanía en la solución de problemas en los que el Estado no tenía la capacidad para intervenir, ya sea por falta de recursos públicos o por la excesiva burocratización.

Por tanto, se persigue la creación de una administración eficiente y eficaz, es decir, una administración que satisfaga las necesidades reales de los ciudadanos al menor coste posible, promoviendo a su vez el desarrollo de servicios de mayor calidad. Igualmente pretende la transformación digital de la gestión pública.

Todo ello rodeado de sistemas de control que otorguen una plena transparencia de los procesos, planes y resultados, para que, por un lado, una mejor prestación de los servicios públicos, y, por otro, favorezcan la participación ciudadana.

Las acciones formativas en este ámbito están dirigidas a conocer sus principios y sus potenciales efectos en la gestión pública, así como conocer las diversas actuaciones y reformas ejecutadas y planteadas en el sector público tanto a nivel nacional como internacional.