El cumplimiento normativo
Toda organización, pública o privada, en el desarrollo de sus actividades, debe adoptar decisiones para lograr sus objetivos. Estas decisiones conllevan enfrentarse en el día a día a numerosos riesgos (legales, financieros, sociales, medioambientales, reputacionales, etc.) que, en el caso de materializarse, podrían comprometer gravemente su permanencia o continuidad.
El cumplimiento normativo o compliance hace referencia al conjunto de medidas de prevención que las organizaciones implantan para afrontar dichos riesgos, ya sean estos de tipo legal o relacionados con principios o valores éticos.
Esta doble dimensión que engloba el cumplimiento normativo es lo que se denomina “Cultura de Compliance”:

Para que esta cultura sea efectiva, es imprescindible el compromiso de la dirección, por un lado, y la difusión de sus principios a todo el personal, por otro.
En la implantación de este marco ético-legal, las organizaciones deben elaborar e implantar modelos o sistemas internos cumplimiento que integren los siguientes elementos:

Estos modelos establecen la base para que la función de compliance lleve a cabo la gestión interna de los riesgos (identificación, análisis y evaluación y seguimiento continuo).
El cumplimiento normativo en las Administraciones Públicas
La Cultura de Cumplimiento está cada vez más institucionalizada en el sector privado, especialmente, en las entidades que están fuertemente reguladas y supervisadas. Por el contrario, el sector público no ha experimentado estos avances, fundamentalmente por la falta de mecanismos para su impulso e implantación.
Las principales vulnerabilidades que amenazan al sector público están relacionadas con la corrupción y las malas prácticas.
En este sentido, el cumplimiento normativo puede contribuir a reducir los casos de corrupción y conductas poco ejemplares desde el punto de vista ético que, año tras año, salpican a este sector, contribuyendo a mejorar la percepción de confianza ciudadana en las instituciones públicas. En definitiva, a reforzar el carácter ejemplarizante de las entidades públicas donde el comportamiento ético y la transparencia se hacen más obligados.
A pesar de que se ha producido un cierto avance en las iniciativas regulatorias relacionadas con el establecimiento de modelos de compliance y transparencia y buen gobierno, resulta necesario el compromiso de la dirección y de todas y cada una de las personas que integran la entidad, así como mecanismos de control y sanción que, de forma uniforme, se apliquen a todos ellos.
Objetivos de la Comisión de Cumplimiento Normativo
Como se puede observar, el cumplimiento normativo es una materia dinámica, que evoluciona con el tiempo y cuyo ámbito no se puede acortar completamente, a la hora de determinar qué materias se entenderían incluidas y cuáles no.
En todo caso, la Comisión prestará especial atención a las materias descritas a continuación:
- Normas de conducta sectoriales y Buen Gobierno
- Protección de datos personales y seguridad de la información
- Protección al consumidor / administrado
- Prevención y gestión de riesgos de cumplimiento (incluyendo riesgos penales y los principios análogos en las Administraciones Públicas)
- Sostenibilidad
- Prevención del Blanqueo de Capitales y de la Financiación del Terrorismo
Partiendo de lo hasta ahora expuesto, la Comisión tiene como finalidad impartir formación y realizar publicaciones en el ámbito del cumplimiento normativo, de modo que se cubran los siguientes objetivos:
- Concienciar y transmitir la importancia y beneficios de establecer una Cultura de Cumplimiento en las organizaciones, tanto públicas como privadas.
- Facilitar el conocimiento de las cuestiones relacionadas con los diferentes elementos que integran el cumplimiento normativo en el sector público y privado.
- Conocer y analizar la actualidad y evolución de las medidas preventivas en el ámbito privado y público.
- Promover la interacción entre organizaciones públicas y privadas en materia de cumplimiento normativo.